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Writer's pictureDan Potter

Juan 18 ~ John 18

Palabras de Vida ~ Escritura Diaria para la Vida Diaria


Arresto de Jesús

Cuando Jesús terminó de orar, salió con sus discípulos y cruzó el arroyo de Cedrón. Al otro lado había un huerto en el que entró con sus discípulos.

2 También Judas, el que lo traicionaba, conocía aquel lugar porque muchas veces Jesús se había reunido allí con sus discípulos. 3 Así que Judas llegó al huerto, a la cabeza de un destacamento de soldados y guardias de los jefes de los sacerdotes y de los fariseos. Llevaban antorchas, lámparas y armas.

4 Jesús, que sabía todo lo que iba a suceder, les salió al encuentro.

—¿A quién buscan? —preguntó.

5 —A Jesús de Nazaret —contestaron.

Jesús dijo:

—Yo soy.

Judas, el traidor, también estaba con ellos. 6 Cuando Jesús dijo: “Yo soy”, dieron un paso atrás y se desplomaron.

7 —¿A quién buscan? —volvió a preguntar Jesús.

—A Jesús de Nazaret —repitieron.

8 Jesús contestó:

—Ya dije que yo soy. Si es a mí a quien buscan, dejen que estos se vayan.

9 Esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho: «De los que me diste ninguno se perdió».

10 Simón Pedro, que tenía una espada, la desenfundó e hirió al siervo del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha. (El siervo se llamaba Malco).

11 —¡Vuelve esa espada a su funda! —ordenó Jesús a Pedro—. ¿Acaso no he de beber el trago amargo que el Padre me da a beber?


Jesús ante Anás

12 Entonces los soldados, su comandante y los guardias de los judíos arrestaron a Jesús. Lo ataron 13 y lo llevaron primeramente a Anás, que era suegro de Caifás, el sumo sacerdote de aquel año. 14 Caifás era el que había aconsejado a los judíos que les convenía más que muriera un solo hombre por el pueblo.


Pedro niega a Jesús

15 Simón Pedro y otro discípulo seguían a Jesús. Y, como el otro discípulo era conocido del sumo sacerdote, entró en el patio del sumo sacerdote con Jesús; 16 Pedro, en cambio, tuvo que quedarse afuera, junto a la puerta. El discípulo conocido del sumo sacerdote volvió entonces a salir, habló con la portera de turno y consiguió que Pedro entrara.

17 —¿No eres tú también uno de los discípulos de ese hombre? —le preguntó la portera.

—No lo soy —respondió Pedro.

18 Los criados y los guardias estaban de pie alrededor de una fogata que habían hecho para calentarse, pues hacía frío. Pedro también estaba de pie con ellos, calentándose.

Jesús ante el sumo sacerdote

19 Mientras tanto, el sumo sacerdote interrogaba a Jesús acerca de sus discípulos y de su enseñanza.

20 —Yo he hablado abiertamente al mundo —respondió Jesús—. Siempre he enseñado en las sinagogas o en el Templo, donde se congregan todos los judíos. En secreto no he dicho nada. 21 ¿Por qué me interrogas a mí? ¡Interroga a los que me han oído hablar! Ellos deben saber lo que dije.

22 Apenas dijo esto, uno de los guardias que estaba allí cerca le dio una bofetada y le dijo:

—¿Así contestas al sumo sacerdote?

23 —Si he dicho algo malo —respondió Jesús—, demuéstramelo. Pero si lo que dije es correcto, ¿por qué me pegas?

24 Entonces Anás lo envió, todavía atado, a Caifás, el sumo sacerdote.

Pedro niega de nuevo a Jesús

25 Mientras tanto, Simón Pedro seguía de pie, calentándose.

—¿No eres tú también uno de sus discípulos? —le preguntaron.

—¡No lo soy! —dijo Pedro, negándolo.

26 —¿Acaso no te vi en el huerto con él? —insistió uno de los siervos del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro le había cortado la oreja.

27 Pedro volvió a negarlo y en ese instante cantó el gallo.


Jesús ante Pilato

28 Luego los judíos llevaron a Jesús de la casa de Caifás al palacio del gobernador romano Como ya amanecía, los judíos no entraron en el palacio, pues de hacerlo se contaminarían ritualmente y no podrían comer la Pascua. 29 Así que Pilato salió a interrogarlos:

—¿De qué delito acusan a este hombre?

30 —Si no fuera un malhechor —respondieron—, no se lo habríamos entregado.

31 —Pues llévenselo ustedes y júzguenlo según su propia ley —les dijo Pilato.

—Nosotros no tenemos ninguna autoridad para ejecutar a nadie —objetaron los judíos.

32 Esto sucedió para que se cumpliera lo que Jesús dijo sobre la clase de muerte que iba a sufrir.

33 Pilato volvió a entrar en el palacio y llamó a Jesús.

—¿Eres tú el rey de los judíos? —le preguntó.

34 —¿Eso lo dices tú —respondió Jesús— o es que otros te han hablado de mí?

35 —¿Acaso soy judío? —respondió Pilato—. Han sido tu propio pueblo y los jefes de los sacerdotes los que te entregaron a mí. ¿Qué has hecho?

36 —Mi reino no es de este mundo —contestó Jesús—. Si lo fuera, mis propios guardias pelearían para impedir que los judíos me arrestaran. Pero mi reino no es de este mundo.

37 —¡Así que eres rey! —le dijo Pilato.

Jesús contestó:

—Eres tú quien dice que soy rey. Yo para esto nací y para esto vine al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que está de parte de la verdad escucha mi voz.

38 —¿Y qué es la verdad? —preguntó Pilato.

Dicho esto, salió otra vez a ver a los judíos.

—Yo no encuentro que este sea culpable de nada —declaró—. 39 Pero como ustedes tienen la costumbre de que suelte a un preso durante la Pascua, ¿quieren que suelte al rey de los judíos?

40 —¡No, no sueltes a ese! ¡Suelta a Barrabás! —volvieron a gritar.

Y Barrabás era un insurgente.


Juan 18


Juan 18 Comentario de Estudio en español:





Words of Life ~ Daily Scripture for Daily Life


Jesus Arrested

When he had finished praying, Jesus left with his disciples and crossed the Kidron Valley. On the other side there was a garden, and he and his disciples went into it.

2 Now Judas, who betrayed him, knew the place, because Jesus had often met there with his disciples. 3 So Judas came to the garden, guiding a detachment of soldiers and some officials from the chief priests and the Pharisees. They were carrying torches, lanterns and weapons.

4 Jesus, knowing all that was going to happen to him, went out and asked them, “Who is it you want?”

5 “Jesus of Nazareth,” they replied.

“I am he,” Jesus said. (And Judas the traitor was standing there with them.) 6 When Jesus said, “I am he,” they drew back and fell to the ground.

7 Again he asked them, “Who is it you want?”

“Jesus of Nazareth,” they said.

8 Jesus answered, “I told you that I am he. If you are looking for me, then let these men go.” 9 This happened so that the words he had spoken would be fulfilled: “I have not lost one of those you gave me.”

10 Then Simon Peter, who had a sword, drew it and struck the high priest’s servant, cutting off his right ear. (The servant’s name was Malchus.)

11 Jesus commanded Peter, “Put your sword away! Shall I not drink the cup the Father has given me?”

12 Then the detachment of soldiers with its commander and the Jewish officials arrested Jesus. They bound him 13 and brought him first to Annas, who was the father-in-law of Caiaphas, the high priest that year. 14 Caiaphas was the one who had advised the Jewish leaders that it would be good if one man died for the people.


Peter’s First Denial

15 Simon Peter and another disciple were following Jesus. Because this disciple was known to the high priest, he went with Jesus into the high priest’s courtyard, 16 but Peter had to wait outside at the door. The other disciple, who was known to the high priest, came back, spoke to the servant girl on duty there and brought Peter in.

17 “You aren’t one of this man’s disciples too, are you?” she asked Peter.

He replied, “I am not.”

18 It was cold, and the servants and officials stood around a fire they had made to keep warm. Peter also was standing with them, warming himself.


The High Priest Questions Jesus

19 Meanwhile, the high priest questioned Jesus about his disciples and his teaching.

20 “I have spoken openly to the world,” Jesus replied. “I always taught in synagogues or at the temple, where all the Jews come together. I said nothing in secret. 21 Why question me? Ask those who heard me. Surely they know what I said.”

22 When Jesus said this, one of the officials nearby slapped him in the face. “Is this the way you answer the high priest?” he demanded.

23 “If I said something wrong,” Jesus replied, “testify as to what is wrong. But if I spoke the truth, why did you strike me?” 24 Then Annas sent him bound to Caiaphas the high priest.


Peter’s Second and Third Denials

25 Meanwhile, Simon Peter was still standing there warming himself. So they asked him, “You aren’t one of his disciples too, are you?”

He denied it, saying, “I am not.”

26 One of the high priest’s servants, a relative of the man whose ear Peter had cut off, challenged him, “Didn’t I see you with him in the garden?” 27 Again Peter denied it, and at that moment a rooster began to crow.


Jesus Before Pilate

28 Then the Jewish leaders took Jesus from Caiaphas to the palace of the Roman governor. By now it was early morning, and to avoid ceremonial uncleanness they did not enter the palace, because they wanted to be able to eat the Passover. 29 So Pilate came out to them and asked, “What charges are you bringing against this man?”

30 “If he were not a criminal,” they replied, “we would not have handed him over to you.”

31 Pilate said, “Take him yourselves and judge him by your own law.”

“But we have no right to execute anyone,” they objected. 32 This took place to fulfill what Jesus had said about the kind of death he was going to die.

33 Pilate then went back inside the palace, summoned Jesus and asked him, “Are you the king of the Jews?”

34 “Is that your own idea,” Jesus asked, “or did others talk to you about me?”

35 “Am I a Jew?” Pilate replied. “Your own people and chief priests handed you over to me. What is it you have done?”

36 Jesus said, “My kingdom is not of this world. If it were, my servants would fight to prevent my arrest by the Jewish leaders. But now my kingdom is from another place.”

37 “You are a king, then!” said Pilate.

Jesus answered, “You say that I am a king. In fact, the reason I was born and came into the world is to testify to the truth. Everyone on the side of truth listens to me.”

38 “What is truth?” retorted Pilate. With this he went out again to the Jews gathered there and said, “I find no basis for a charge against him. 39 But it is your custom for me to release to you one prisoner at the time of the Passover. Do you want me to release ‘the king of the Jews’?”

40 They shouted back, “No, not him! Give us Barabbas!” Now Barabbas had taken part in an uprising.


John 18


John 18 Study Commentary in english:


curvatura de la captura (curvature of the catch) Parque Los Colomos, Jalisco, Mexico

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