Palabras de Vida ~ Escritura Diaria para la Vida Diaria
La autoridad de Jesús puesta en duda
Un día, mientras Jesús enseñaba al pueblo en el templo y les predicaba el evangelio, se le acercaron los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley, junto con los ancianos.
2 —Dinos con qué autoridad haces esto —lo interrogaron—. ¿Quién te dio esa autoridad?
3 —Yo también voy a hacerles una pregunta a ustedes —replicó él—. Díganme: 4 El bautismo de Juan, ¿procedía del cielo o de la tierra?
5 Ellos, pues, lo discutieron entre sí: «Si respondemos: “Del cielo”, nos dirá: “¿Por qué no le creyeron?” 6 Pero, si decimos: “De la tierra”, todo el pueblo nos apedreará, porque están convencidos de que Juan era un profeta».
Así que le respondieron:
7 —No sabemos de dónde era.
8 —Pues yo tampoco les voy a decir con qué autoridad hago esto.
Parábola de los labradores malvados
9 Pasó luego a contarle a la gente esta parábola:
—Un hombre plantó un viñedo, se lo arrendó a unos labradores y se fue de viaje por largo tiempo. 10 Llegada la cosecha, mandó un siervo a los labradores para que le dieran parte de la cosecha. Pero los labradores lo golpearon y lo despidieron con las manos vacías. 11 Les envió otro siervo, pero también a este lo golpearon, lo humillaron y lo despidieron con las manos vacías. 12 Entonces envió un tercero, pero aun a este lo hirieron y lo expulsaron.
13 »Entonces pensó el dueño del viñedo: “¿Qué voy a hacer? Enviaré a mi hijo amado; seguro que a él sí lo respetarán”. 14 Pero, cuando lo vieron los labradores, trataron el asunto. “Este es el heredero —dijeron—. Matémoslo, y la herencia será nuestra”. 15 Así que lo arrojaron fuera del viñedo y lo mataron.
»¿Qué les hará el dueño? 16 Volverá, acabará con esos labradores y dará el viñedo a otros».
Al oír esto, la gente exclamó:
—¡Dios no lo quiera!
17 Mirándolos fijamente, Jesús les dijo:
—Entonces, ¿qué significa esto que está escrito:
»“La piedra que desecharon los constructores ha llegado a ser la piedra angular”?
18 Todo el que caiga sobre esa piedra quedará despedazado y, si ella cae sobre alguien, lo hará polvo».
19 Los maestros de la ley y los jefes de los sacerdotes, cayendo en cuenta que la parábola iba dirigida contra ellos, buscaron la manera de echarle mano en aquel mismo momento. Pero temían al pueblo.
El pago de impuestos al césar
20 Entonces, para acecharlo, enviaron espías que fingían ser gente honorable. Pensaban atrapar a Jesús en algo que él dijera, y así poder entregarlo a la jurisdicción del gobernador.
21 —Maestro —dijeron los espías—, sabemos que lo que dices y enseñas es correcto. No juzgas por las apariencias, sino que de verdad enseñas el camino de Dios. 22 ¿Nos está permitido pagar impuestos al césar o no?
23 Pero Jesús, dándose cuenta de sus malas intenciones, replicó:
24 —Muéstrenme una moneda romana. ¿De quién son esta imagen y esta inscripción?
—Del césar —contestaron.
25 —Entonces denle al césar lo que es del césar, y a Dios lo que es de Dios.
26 No pudieron atraparlo en lo que decía en público. Así que, admirados de su respuesta, se callaron.
La resurrección y el matrimonio
27 Luego, algunos de los saduceos, que decían que no hay resurrección, se acercaron a Jesús y le plantearon un problema:
28 —Maestro, Moisés nos enseñó en sus escritos que, si un hombre muere y deja a la viuda sin hijos, el hermano de ese hombre tiene que casarse con la viuda para que su hermano tenga descendencia. 29 Pues bien, había siete hermanos. El primero se casó y murió sin dejar hijos. 30 Entonces el segundo 31 y el tercero se casaron con ella, y así sucesivamente murieron los siete sin dejar hijos. 32 Por último, murió también la mujer. 33 Ahora bien, en la resurrección, ¿de cuál será esposa esta mujer, ya que los siete estuvieron casados con ella?
34 —La gente de este mundo se casa y se da en casamiento —les contestó Jesús—. 35 Pero en cuanto a los que sean dignos de tomar parte en el mundo venidero por la resurrección: esos no se casarán ni serán dados en casamiento, 36 ni tampoco podrán morir, pues serán como los ángeles. Son hijos de Dios porque toman parte en la resurrección. 37 Pero que los muertos resucitan lo dio a entender Moisés mismo en el pasaje sobre la zarza, pues llama al Señor “el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob”. 38 Él no es Dios de muertos, sino de vivos; en efecto, para él todos ellos viven.
39 Algunos de los maestros de la ley le respondieron:
—¡Bien dicho, Maestro!
40 Y ya no se atrevieron a hacerle más preguntas.
¿De quién es hijo el Cristo?
41 Pero Jesús les preguntó:
—¿Cómo es que dicen que el Cristo es hijo de David? 42 David mismo declara en el libro de los Salmos:
»“Dijo el Señor a mi Señor: ‘Siéntate a mi derecha, 43 hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies’ ”.
44 David lo llama “Señor”. ¿Cómo puede entonces ser su hijo?»
45 Mientras todo el pueblo lo escuchaba, Jesús les dijo a sus discípulos:
46 —Cuídense de los maestros de la ley. Les gusta pasearse con ropas ostentosas y les encanta que los saluden en las plazas, y ocupar el primer puesto en las sinagogas y los lugares de honor en los banquetes. 47 Devoran los bienes de las viudas y a la vez hacen largas plegarias para impresionar a los demás. Estos recibirán peor castigo.
Lucas 20
Lucas 20 Comentario de Estudio en español:
Words of Life ~ Daily Scripture for Daily Life
The Authority of Jesus Questioned
One day as Jesus was teaching the people in the temple courts and proclaiming the good news, the chief priests and the teachers of the law, together with the elders, came up to him. 2 “Tell us by what authority you are doing these things,” they said. “Who gave you this authority?”
3 He replied, “I will also ask you a question. Tell me: 4 John’s baptism—was it from heaven, or of human origin?”
5 They discussed it among themselves and said, “If we say, ‘From heaven,’ he will ask, ‘Why didn’t you believe him?’ 6 But if we say, ‘Of human origin,’ all the people will stone us, because they are persuaded that John was a prophet.”
7 So they answered, “We don’t know where it was from.”
8 Jesus said, “Neither will I tell you by what authority I am doing these things.”
The Parable of the Tenants
9 He went on to tell the people this parable: “A man planted a vineyard, rented it to some farmers and went away for a long time. 10 At harvest time he sent a servant to the tenants so they would give him some of the fruit of the vineyard. But the tenants beat him and sent him away empty-handed. 11 He sent another servant, but that one also they beat and treated shamefully and sent away empty-handed. 12 He sent still a third, and they wounded him and threw him out.
13 “Then the owner of the vineyard said, ‘What shall I do? I will send my son, whom I love; perhaps they will respect him.’
14 “But when the tenants saw him, they talked the matter over. ‘This is the heir,’ they said. ‘Let’s kill him, and the inheritance will be ours.’ 15 So they threw him out of the vineyard and killed him.
“What then will the owner of the vineyard do to them? 16 He will come and kill those tenants and give the vineyard to others.”
When the people heard this, they said, “God forbid!”
17 Jesus looked directly at them and asked, “Then what is the meaning of that which is written:
“‘The stone the builders rejected has become the cornerstone’?
18 Everyone who falls on that stone will be broken to pieces; anyone on whom it falls will be crushed.”
19 The teachers of the law and the chief priests looked for a way to arrest him immediately, because they knew he had spoken this parable against them. But they were afraid of the people.
Paying Taxes to Caesar
20 Keeping a close watch on him, they sent spies, who pretended to be sincere. They hoped to catch Jesus in something he said, so that they might hand him over to the power and authority of the governor. 21 So the spies questioned him: “Teacher, we know that you speak and teach what is right, and that you do not show partiality but teach the way of God in accordance with the truth. 22 Is it right for us to pay taxes to Caesar or not?”
23 He saw through their duplicity and said to them, 24 “Show me a denarius. Whose image and inscription are on it?”
“Caesar’s,” they replied.
25 He said to them, “Then give back to Caesar what is Caesar’s, and to God what is God’s.”
26 They were unable to trap him in what he had said there in public. And astonished by his answer, they became silent.
The Resurrection and Marriage
27 Some of the Sadducees, who say there is no resurrection, came to Jesus with a question. 28 “Teacher,” they said, “Moses wrote for us that if a man’s brother dies and leaves a wife but no children, the man must marry the widow and raise up offspring for his brother. 29 Now there were seven brothers. The first one married a woman and died childless. 30 The second 31 and then the third married her, and in the same way the seven died, leaving no children. 32 Finally, the woman died too. 33 Now then, at the resurrection whose wife will she be, since the seven were married to her?”
34 Jesus replied, “The people of this age marry and are given in marriage. 35 But those who are considered worthy of taking part in the age to come and in the resurrection from the dead will neither marry nor be given in marriage, 36 and they can no longer die; for they are like the angels. They are God’s children, since they are children of the resurrection. 37 But in the account of the burning bush, even Moses showed that the dead rise, for he calls the Lord ‘the God of Abraham, and the God of Isaac, and the God of Jacob.’ 38 He is not the God of the dead, but of the living, for to him all are alive.”
39 Some of the teachers of the law responded, “Well said, teacher!” 40 And no one dared to ask him any more questions.
Whose Son Is the Messiah?
41 Then Jesus said to them, “Why is it said that the Messiah is the son of David? 42 David himself declares in the Book of Psalms:
“‘The Lord said to my Lord: “Sit at my right hand 43 until I make your enemies a footstool for your feet.”’
44 David calls him ‘Lord.’ How then can he be his son?”
Warning Against the Teachers of the Law
45 While all the people were listening, Jesus said to his disciples, 46 “Beware of the teachers of the law. They like to walk around in flowing robes and love to be greeted with respect in the marketplaces and have the most important seats in the synagogues and the places of honor at banquets. 47 They devour widows’ houses and for a show make lengthy prayers. These men will be punished most severely.”
Luke 20
Luke 20 Study Commentary in english:
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