Palabras de Vida ~ Escritura Diaria para la Vida Diaria
Tentación de Jesús
Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto. 2 Allí estuvo cuarenta días y fue tentado por el diablo. No comió nada durante esos días, pasados los cuales tuvo hambre.
3 —Si eres el Hijo de Dios —le propuso el diablo—, dile a esta piedra que se convierta en pan.
4 Jesús le respondió:
—Escrito está: “No solo de pan vive el hombre”.
5 Entonces el diablo lo llevó a un lugar alto y le mostró en un instante todos los reinos del mundo.
6 —Sobre estos reinos y todo su esplendor —le dijo—, te daré la autoridad, porque a mí me ha sido entregada, y puedo dársela a quien yo quiera. 7 Así que, si me adoras, todo será tuyo.
Jesús le contestó:
8 —Escrito está: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él”.
9 El diablo lo llevó luego a Jerusalén e hizo que se pusiera de pie en la parte más alta del templo, y le dijo:
—Si eres el Hijo de Dios, ¡tírate de aquí! 10 Pues escrito está:
»“Ordenará que sus ángeles te cuiden. Te sostendrán en sus manos 11 para que no tropieces con piedra alguna”».
12 —También está escrito: “No pongas a prueba al Señor tu Dios” —le replicó Jesús.
13 Así que el diablo, habiendo agotado todo recurso de tentación, lo dejó hasta otra oportunidad.
Rechazan a Jesús en Nazaret
14 Jesús regresó a Galilea en el poder del Espíritu, y se extendió su fama por toda aquella región. 15 Enseñaba en las sinagogas, y todos lo admiraban.
16 Fue a Nazaret, donde se había criado, y un sábado entró en la sinagoga, como era su costumbre. Se levantó para hacer la lectura, 17 y le entregaron el libro del profeta Isaías. Al desenrollarlo, encontró el lugar donde está escrito:
18 «El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, 19 a pregonar el año del favor del Señor».
20 Luego enrolló el libro, se lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos los que estaban en la sinagoga lo miraban detenidamente, 21 y él comenzó a hablarles: «Hoy se cumple esta Escritura en presencia de ustedes».
22 Todos dieron su aprobación, impresionados por las hermosas palabras que salían de su boca. «¿No es este el hijo de José?», se preguntaban.
23 Jesús continuó: «Seguramente ustedes me van a citar el proverbio: “¡Médico, cúrate a ti mismo! Haz aquí en tu tierra lo que hemos oído que hiciste en Capernaúm”. 24 Pues bien, les aseguro que a ningún profeta lo aceptan en su propia tierra. 25 No cabe duda de que en tiempos de Elías, cuando el cielo se cerró por tres años y medio, de manera que hubo una gran hambre en toda la tierra, muchas viudas vivían en Israel. 26 Sin embargo, Elías no fue enviado a ninguna de ellas, sino a una viuda de Sarepta, en los alrededores de Sidón. 27 Así mismo, había en Israel muchos enfermos de lepra en tiempos del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue sanado, sino Naamán el sirio».
28 Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron. 29 Se levantaron, lo expulsaron del pueblo y lo llevaron hasta la cumbre de la colina sobre la que estaba construido el pueblo, para tirarlo por el precipicio. 30 Pero él pasó por en medio de ellos y se fue.
Jesús expulsa a un espíritu maligno
31 Jesús pasó a Capernaúm, un pueblo de Galilea, y el día sábado enseñaba a la gente. 32 Estaban asombrados de su enseñanza, porque les hablaba con autoridad.
33 Había en la sinagoga un hombre que estaba poseído por un espíritu maligno, quien gritó con todas sus fuerzas:
34 —¡Ah! ¿Por qué te entrometes, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres tú: ¡el Santo de Dios!
35 —¡Cállate! —lo reprendió Jesús—. ¡Sal de ese hombre!
Entonces el demonio derribó al hombre en medio de la gente y salió de él sin hacerle ningún daño.
36 Todos se asustaron y se decían unos a otros: «¿Qué clase de palabra es esta? ¡Con autoridad y poder les da órdenes a los espíritus malignos, y salen!» 37 Y se extendió su fama por todo aquel lugar.
Jesús sana a muchos enfermos
38 Cuando Jesús salió de la sinagoga, se fue a casa de Simón, cuya suegra estaba enferma con una fiebre muy alta. Le pidieron a Jesús que la ayudara, 39 así que se inclinó sobre ella y reprendió a la fiebre, la cual se le quitó. Ella se levantó en seguida y se puso a servirles.
40 Al ponerse el sol, la gente le llevó a Jesús todos los que padecían de diversas enfermedades; él puso las manos sobre cada uno de ellos y los sanó. 41 Además, de muchas personas salían demonios que gritaban: «¡Tú eres el Hijo de Dios!» Pero él los reprendía y no los dejaba hablar porque sabían que él era el Cristo.
42 Cuando amaneció, Jesús salió y se fue a un lugar solitario. La gente andaba buscándolo y, cuando llegaron adonde él estaba, procuraban detenerlo para que no se fuera. 43 Pero él les dijo: «Es preciso que anuncie también a los demás pueblos las buenas nuevas del reino de Dios, porque para esto fui enviado».
44 Y siguió predicando en las sinagogas de los judíos.
Lucas 4
Lucas 4 Comentario de Estudio en español:
Words of Life ~ Daily Scripture for Daily Life
Jesus Is Tested in the Wilderness
Jesus, full of the Holy Spirit, left the Jordan and was led by the Spirit into the wilderness, 2 where for forty days he was tempted by the devil. He ate nothing during those days, and at the end of them he was hungry.
3 The devil said to him, “If you are the Son of God, tell this stone to become bread.”
4 Jesus answered, “It is written: ‘Man shall not live on bread alone.’”
5 The devil led him up to a high place and showed him in an instant all the kingdoms of the world. 6 And he said to him, “I will give you all their authority and splendor; it has been given to me, and I can give it to anyone I want to. 7 If you worship me, it will all be yours.”
8 Jesus answered, “It is written: ‘Worship the Lord your God and serve him only.’”
9 The devil led him to Jerusalem and had him stand on the highest point of the temple. “If you are the Son of God,” he said, “throw yourself down from here. 10 For it is written:
“‘He will command his angels concerning you to guard you carefully; 11 they will lift you up in their hands, so that you will not strike your foot against a stone.’”
12 Jesus answered, “It is said: ‘Do not put the Lord your God to the test.’”
13 When the devil had finished all this tempting, he left him until an opportune time.
Jesus Rejected at Nazareth
14 Jesus returned to Galilee in the power of the Spirit, and news about him spread through the whole countryside. 15 He was teaching in their synagogues, and everyone praised him.
16 He went to Nazareth, where he had been brought up, and on the Sabbath day he went into the synagogue, as was his custom. He stood up to read, 17 and the scroll of the prophet Isaiah was handed to him. Unrolling it, he found the place where it is written:
18 “The Spirit of the Lord is on me, because he has anointed me to proclaim good news to the poor. He has sent me to proclaim freedom for the prisoners and recovery of sight for the blind, to set the oppressed free, 19 to proclaim the year of the Lord’s favor.”
20 Then he rolled up the scroll, gave it back to the attendant and sat down. The eyes of everyone in the synagogue were fastened on him. 21 He began by saying to them, “Today this scripture is fulfilled in your hearing.”
22 All spoke well of him and were amazed at the gracious words that came from his lips. “Isn’t this Joseph’s son?” they asked.
23 Jesus said to them, “Surely you will quote this proverb to me: ‘Physician, heal yourself!’ And you will tell me, ‘Do here in your hometown what we have heard that you did in Capernaum.’”
24 “Truly I tell you,” he continued, “no prophet is accepted in his hometown. 25 I assure you that there were many widows in Israel in Elijah’s time, when the sky was shut for three and a half years and there was a severe famine throughout the land. 26 Yet Elijah was not sent to any of them, but to a widow in Zarephath in the region of Sidon. 27 And there were many in Israel with leprosy in the time of Elisha the prophet, yet not one of them was cleansed—only Naaman the Syrian.”
28 All the people in the synagogue were furious when they heard this. 29 They got up, drove him out of the town, and took him to the brow of the hill on which the town was built, in order to throw him off the cliff. 30 But he walked right through the crowd and went on his way.
Jesus Drives Out an Impure Spirit
31 Then he went down to Capernaum, a town in Galilee, and on the Sabbath he taught the people. 32 They were amazed at his teaching, because his words had authority.
33 In the synagogue there was a man possessed by a demon, an impure spirit. He cried out at the top of his voice, 34 “Go away! What do you want with us, Jesus of Nazareth? Have you come to destroy us? I know who you are—the Holy One of God!”
35 “Be quiet!” Jesus said sternly. “Come out of him!” Then the demon threw the man down before them all and came out without injuring him.
36 All the people were amazed and said to each other, “What words these are! With authority and power he gives orders to impure spirits and they come out!” 37 And the news about him spread throughout the surrounding area.
Jesus Heals Many
38 Jesus left the synagogue and went to the home of Simon. Now Simon’s mother-in-law was suffering from a high fever, and they asked Jesus to help her. 39 So he bent over her and rebuked the fever, and it left her. She got up at once and began to wait on them.
40 At sunset, the people brought to Jesus all who had various kinds of sickness, and laying his hands on each one, he healed them. 41 Moreover, demons came out of many people, shouting, “You are the Son of God!” But he rebuked them and would not allow them to speak, because they knew he was the Messiah.
42 At daybreak, Jesus went out to a solitary place. The people were looking for him and when they came to where he was, they tried to keep him from leaving them. 43 But he said, “I must proclaim the good news of the kingdom of God to the other towns also, because that is why I was sent.” 44 And he kept on preaching in the synagogues of Judea.
Luke 4
Luke 4 Study Commentary in english:
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