Palabras de Vida ~ Escritura Diaria para la Vida Diaria
El más importante en el reino de los cielos
En ese momento los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron:
—¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?
2 Él llamó a un niño y lo puso en medio de ellos. 3 Entonces dijo:
—Les aseguro que a menos que ustedes cambien y se vuelvan como niños, no entrarán en el reino de los cielos. 4 Por tanto, el que se humilla como este niño será el más grande en el reino de los cielos.
5 »Y el que recibe en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí. 6 Pero, si alguien hace pecar a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgaran al cuello una gran piedra de molino y lo hundieran en lo profundo del mar.
7 »¡Ay del mundo por las cosas que hacen pecar a la gente! Inevitable es que sucedan, pero ¡ay del que hace pecar a los demás! 8 Si tu mano o tu pie te hace pecar, córtatelo y arrójalo. Más te vale entrar en la vida manco o cojo que ser arrojado al fuego eterno con tus dos manos y tus dos pies. 9 Y, si tu ojo te hace pecar, sácatelo y arrójalo. Más te vale entrar tuerto en la vida que con dos ojos ser arrojado al fuego del infierno.
Parábola de la oveja perdida
10 »Miren que no menosprecien a uno de estos pequeños. Porque les digo que en el cielo los ángeles de ellos contemplan siempre el rostro de mi Padre celestial.
12 »¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le extravía una de ellas, ¿no dejará las noventa y nueve en las colinas para ir en busca de la extraviada? 13 Y, si llega a encontrarla, les aseguro que se pondrá más feliz por esa sola oveja que por las noventa y nueve que no se extraviaron. 14 Así también, el Padre de ustedes que está en el cielo no quiere que se pierda ninguno de estos pequeños.
El hermano que peca contra ti
15 »Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con él y hazle ver su falta. Si te hace caso, has ganado a tu hermano. 16 Pero, si no, lleva contigo a uno o dos más, para que “todo asunto se resuelva mediante el testimonio de dos o tres testigos”. 17 Si se niega a hacerles caso a ellos, díselo a la iglesia; y, si incluso a la iglesia no le hace caso, trátalo como si fuera un incrédulo o un renegado.
18 »Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo.
19 »Además les digo que, si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan, les será concedida por mi Padre que está en el cielo. 20 Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos».
Parábola del siervo despiadado
21 Pedro se acercó a Jesús y le preguntó:
—Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano que peca contra mí? ¿Hasta siete veces?
22 —No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta y siete veces —le contestó Jesús—.
23 »Por eso el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. 24 Al comenzar a hacerlo, se le presentó uno que le debía miles y miles de monedas de oro. 25 Como él no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él, a su esposa y a sus hijos, y todo lo que tenía, para así saldar la deuda. 26 El siervo se postró delante de él. “Tenga paciencia conmigo —le rogó—, y se lo pagaré todo”. 27 El señor se compadeció de su siervo, le perdonó la deuda y lo dejó en libertad.
28 »Al salir, aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros que le debía cien monedas de plata. Lo agarró por el cuello y comenzó a estrangularlo. “¡Págame lo que me debes!”, le exigió. 29 Su compañero se postró delante de él. “Ten paciencia conmigo —le rogó—, y te lo pagaré”. 30 Pero él se negó. Más bien fue y lo hizo meter en la cárcel hasta que pagara la deuda. 31 Cuando los demás siervos vieron lo ocurrido, se entristecieron mucho y fueron a contarle a su señor todo lo que había sucedido. 32 Entonces el señor mandó llamar al siervo. “¡Siervo malvado! —le increpó—. Te perdoné toda aquella deuda porque me lo suplicaste. 33 ¿No debías tú también haberte compadecido de tu compañero, así como yo me compadecí de ti?” 34 Y, enojado, su señor lo entregó a los carceleros para que lo torturaran hasta que pagara todo lo que debía.
35 »Así también mi Padre celestial los tratará a ustedes, a menos que cada uno perdone de corazón a su hermano».
Mateo 18
Mateo 18 Study Commentary in español:
Words of Life ~ Daily Scripture for Daily Life
The Greatest in the Kingdom of Heaven
At that time the disciples came to Jesus and asked, “Who, then, is the greatest in the kingdom of heaven?”
2 He called a little child to him, and placed the child among them. 3 And he said: “Truly I tell you, unless you change and become like little children, you will never enter the kingdom of heaven. 4 Therefore, whoever takes the lowly position of this child is the greatest in the kingdom of heaven. 5 And whoever welcomes one such child in my name welcomes me.
Causing to Stumble
6 “If anyone causes one of these little ones—those who believe in me—to stumble, it would be better for them to have a large millstone hung around their neck and to be drowned in the depths of the sea. 7 Woe to the world because of the things that cause people to stumble! Such things must come, but woe to the person through whom they come! 8 If your hand or your foot causes you to stumble, cut it off and throw it away. It is better for you to enter life maimed or crippled than to have two hands or two feet and be thrown into eternal fire. 9 And if your eye causes you to stumble, gouge it out and throw it away. It is better for you to enter life with one eye than to have two eyes and be thrown into the fire of hell.
The Parable of the Wandering Sheep
10 “See that you do not despise one of these little ones. For I tell you that their angels in heaven always see the face of my Father in heaven.
12 “What do you think? If a man owns a hundred sheep, and one of them wanders away, will he not leave the ninety-nine on the hills and go to look for the one that wandered off? 13 And if he finds it, truly I tell you, he is happier about that one sheep than about the ninety-nine that did not wander off. 14 In the same way your Father in heaven is not willing that any of these little ones should perish.
Dealing With Sin in the Church
15 “If your brother or sister sins, go and point out their fault, just between the two of you. If they listen to you, you have won them over. 16 But if they will not listen, take one or two others along, so that ‘every matter may be established by the testimony of two or three witnesses.’ 17 If they still refuse to listen, tell it to the church; and if they refuse to listen even to the church, treat them as you would a pagan or a tax collector.
18 “Truly I tell you, whatever you bind on earth will be[e] bound in heaven, and whatever you loose on earth will be loosed in heaven.
19 “Again, truly I tell you that if two of you on earth agree about anything they ask for, it will be done for them by my Father in heaven. 20 For where two or three gather in my name, there am I with them.”
The Parable of the Unmerciful Servant
21 Then Peter came to Jesus and asked, “Lord, how many times shall I forgive my brother or sister who sins against me? Up to seven times?”
22 Jesus answered, “I tell you, not seven times, but seventy-seven times.
23 “Therefore, the kingdom of heaven is like a king who wanted to settle accounts with his servants. 24 As he began the settlement, a man who owed him ten thousand bags of gold was brought to him. 25 Since he was not able to pay, the master ordered that he and his wife and his children and all that he had be sold to repay the debt.
26 “At this the servant fell on his knees before him. ‘Be patient with me,’ he begged, ‘and I will pay back everything.’ 27 The servant’s master took pity on him, canceled the debt and let him go.
28 “But when that servant went out, he found one of his fellow servants who owed him a hundred silver coins.[i] He grabbed him and began to choke him. ‘Pay back what you owe me!’ he demanded.
29 “His fellow servant fell to his knees and begged him, ‘Be patient with me, and I will pay it back.’
30 “But he refused. Instead, he went off and had the man thrown into prison until he could pay the debt. 31 When the other servants saw what had happened, they were outraged and went and told their master everything that had happened.
32 “Then the master called the servant in. ‘You wicked servant,’ he said, ‘I canceled all that debt of yours because you begged me to. 33 Shouldn’t you have had mercy on your fellow servant just as I had on you?’ 34 In anger his master handed him over to the jailers to be tortured, until he should pay back all he owed.
35 “This is how my heavenly Father will treat each of you unless you forgive your brother or sister from your heart.”
Matthew 18
Matthew 18 Study Commentary in english:
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